Algas Verdes Filamentosas

Causas y Soluciones

Uno de los retos más frustrantes en la acuariofilia plantada es el brote de algas verdes filamentosas. Aunque no son tóxicas ni letales, su crecimiento excesivo afea el paisaje, entorpece el desarrollo de las plantas y puede ser señal de desequilibrio en el ecosistema.

En este artículo te explicamos de forma clara qué son, por qué aparecen y cómo combatirlas de forma efectiva y duradera.


¿Qué son las algas verdes filamentosas?

Las algas verdes filamentosas forman hilos finos y largos, de aspecto verdoso o verde brillante. Se adhieren a hojas, troncos, rocas, sustrato e incluso flotan en la columna de agua si no se controlan. Pueden tener distintas texturas, desde suaves y gelatinosas hasta más rígidas y ramificadas.

Entre las más comunes encontramos:

  • Spirogyra: verde brillante, muy suave, se deshace fácilmente al tocarla.
  • Rhizoclonium: más apagada, aparece como una maraña algodonosa.
  • Cladophora: más oscura y resistente, difícil de eliminar manualmente.

Aunque son biológicamente similares a las plantas superiores, las algas filamentosas se aprovechan de desequilibrios que frenan el crecimiento vegetal y dominan el acuario.


¿Por qué aparecen las algas filamentosas?

Estas son las principales causas:

1. Desequilibrio de nutrientes

Un exceso o carencia de nitratos (NO₃), fosfatos (PO₄), potasio (K) o hierro (Fe), combinado con un sistema inestable, crea el ambiente ideal para las algas.

  • Si hay mucho fosfato pero poco nitrato, las plantas se bloquean y las algas proliferan.
  • Si hay carencias de micronutrientes o CO₂, ocurre lo mismo.

🔎 Las plantas se frenan por la falta de equilibrio, pero las algas, más simples, siguen creciendo sin control.

2. Iluminación excesiva o prolongada

  • Fotoperiodos de más de 10 horas o luces demasiado intensas favorecen su crecimiento.
  • También influye la luz solar directa si el acuario está cerca de una ventana.

3. Bajo o inestable nivel de CO₂

Las plantas necesitan un suministro constante y bien distribuido de dióxido de carbono (CO₂). Cuando este falta o fluctúa, las plantas pierden eficacia y las algas ganan terreno.

4. Mala circulación y zonas muertas

Las zonas donde no llega bien el flujo del filtro acumulan materia orgánica y se convierten en focos ideales para el desarrollo de algas.

5. Acumulación de materia orgánica

Restos de comida, hojas en descomposición, suciedad en el filtro o detritos en el sustrato alimentan directamente a las algas si no se retiran a tiempo.


¿Cómo eliminar las algas verdes filamentosas?

✅ 1. Retira manualmente lo visible

Antes de cualquier cambio, elimina la mayor cantidad de alga posible con la mano, pinzas o un cepillo suave. Hazlo justo antes del cambio de agua para eliminar restos.

✅ 2. Ajusta los nutrientes

Aplica una rutina de abonado estable y equilibrada. Como guía general:

  • NO₃: 10–20 mg/L
  • PO₄: 0.5–2 mg/L
  • K: 10–20 mg/L
  • Fe: 0.05–0.1 mg/L

Usa test fiables o sigue una estrategia como Indice Estimativo o abonado diario según demanda.

✅ 3. Mejora la distribución del CO₂

  • Asegúrate de mantener 20–30 ppm de CO₂ estables durante el fotoperiodo.
  • Usa un drop checker con líquido amarillo verdoso como referencia.
  • Mejora la circulación para que el CO₂ se reparta bien en todo el acuario.

✅ 4. Reduce temporalmente la iluminación

  • Baja la duración a 6–7 horas al día durante una o dos semanas.
  • Evita exposiciones solares o luz ambiental directa.

✅ 5. Limpieza profunda

  • Retira hojas viejas o dañadas.
  • Limpia bien el filtro (sin matar las bacterias beneficiosas).
  • Aspira el sustrato en zonas con acumulación.

✅ 6. Introduce fauna comedora de algas

Algunos animales ayudan a controlar las algas, aunque no eliminan la causa:

  • Caridina multidentata (gamba Amano)
  • Crossocheilus oblongus (Siamensis)
  • Otocinclus affinis
  • Neritina natalensis o Clithon corona

❌ Qué evitar

  • Algicidas químicos: No solucionan la causa y pueden dañar el equilibrio del acuario.
  • Cambios drásticos de luz o fertilización: Pueden agravar el desequilibrio y provocar otros tipos de algas.
  • Sobrealimentar a la fauna: Aumenta la materia orgánica y el problema crece.

Conclusión

Las algas verdes filamentosas son un síntoma, no una enfermedad. No aparecen por un solo factor, sino por la combinación de desequilibrios en nutrientes, luz, CO₂ y limpieza. La clave para erradicarlas no está en eliminarlas directamente, sino en reconstruir el equilibrio del ecosistema para que las plantas dominen el entorno.

Con observación, paciencia y ajustes progresivos, puedes dejar atrás las algas filamentosas y disfrutar de un acuario saludable y visualmente espectacular.

Controlar la Temperatura del Acuario en Verano

El verano puede convertirse en un desafío para los aficionados a los acuarios, especialmente cuando las temperaturas exteriores superan los 30 °C. Mantener el agua dentro de un rango seguro es crucial para la salud de los peces, plantas y microorganismos. En este artículo exploramos las mejores formas de controlar la temperatura del acuario durante los meses más calurosos del año.


¿Por qué es importante controlar la temperatura?

En la naturaleza, los cambios de temperatura suelen ser graduales. En un acuario, las subidas bruscas pueden causar estrés, reducir el oxígeno disuelto en el agua y afectar al metabolismo de los organismos. Las especies tropicales suelen prosperar entre los 24 °C y 27 °C, pero incluso pequeños aumentos pueden alterar el equilibrio del ecosistema.


Métodos activos para bajar la temperatura

1. Ventiladores para acuarios

Una opción sencilla y eficiente. Estos dispositivos se colocan en el borde del acuario y generan una corriente de aire sobre la superficie del agua. Este flujo favorece la evaporación, lo que ayuda a disipar el calor. Aunque no bajan drásticamente la temperatura, sí permiten una reducción de entre 1 y 3 °C, suficiente en muchos casos.

Consejo: La evaporación aumentará, así que es importante reponer regularmente con agua osmotizada para no alterar la dureza ni la salinidad del agua.

2. Enfriadores o chillers

Estos equipos funcionan como sistemas de refrigeración que extraen calor del agua mediante un circuito cerrado. Son la opción más eficaz para mantener una temperatura estable durante olas de calor intensas o en acuarios con especies sensibles. Su instalación es más compleja, pero el control térmico es muy preciso.

3. Controladores de temperatura

Un termostato externo puede activar automáticamente dispositivos de refrigeración (como ventiladores o enfriadores) cuando el agua supera un valor determinado. De esta forma se evita la intervención manual constante y se reduce el riesgo de sobrecalentamiento.


Estrategias pasivas que ayudan

4. Reducir la iluminación

La iluminación es una fuente de calor importante. En verano, conviene reducir el fotoperiodo o ajustar las horas de encendido para evitar que coincidan con los momentos más calurosos del día.

5. Elevar la pantalla LED

Separar la pantalla de la superficie del agua ayuda a reducir la transmisión directa de calor.

6. Mejorar la ventilación del acuario

Retirar las tapas superiores o instalar rejillas permite un mejor intercambio de aire. Si hay peces saltadores, se pueden colocar mallas finas como medida de seguridad.

7. Evitar la exposición directa al sol

Los acuarios situados cerca de ventanas deben protegerse con cortinas, estores o láminas opacas para evitar el calentamiento por radiación solar directa.

8. Climatizar la habitación

Si se dispone de aire acondicionado o ventilación forzada, climatizar la estancia donde se encuentra el acuario es una solución eficaz. Mantener la temperatura ambiente por debajo de los 27 °C reduce la transferencia de calor al agua. Además, estabiliza otras variables como la humedad, lo que también puede beneficiar al entorno general del acuario.


Mantenimiento y vigilancia

9. Controlar la evaporación

La evaporación es más intensa en verano, por lo que es imprescindible reponer con agua osmotizada para mantener la estabilidad del sistema.

10. Supervisar la temperatura a diario

Es recomendable usar termómetros digitales con buena visibilidad. Algunos incluso permiten configurar alarmas en caso de sobrecalentamiento.

11. Ajustar la inyección de CO₂

En acuarios plantados, reducir temporalmente el CO₂ durante las horas más calurosas puede disminuir la actividad metabólica y evitar caídas en el oxígeno disuelto.


Conclusión

Controlar la temperatura del acuario en verano no solo es posible, sino necesario. Con una combinación de soluciones activas, ajustes pasivos y una buena rutina de mantenimiento, es posible mantener un ambiente estable incluso en los días más calurosos. Prevenir el sobrecalentamiento es clave para que peces y plantas sigan sanos y activos durante todo el año.